He comprado un pasaje para un viaje planetario,
como alternativa de escape de esta realidad agobiante,
me han dicho que en otro planeta, donde han encontrado vida,
se puede olvidar todos los dolores que en la tierra
se han recibido y aquellos que hemos infringido.
Allí en aquel planeta que aún no tiene nombre
se pueden olvidar todos los amores y desamores
que en este mundo hemos disfrutado o rechazado.
En ese planeta imposible de alcanzar, por su distancia,
allí en las noches, se puede olvidar (es bueno olvidar),
pues en aquel planeta reina la soledad,
no existen nombres que recordar, momentos o situaciones
se pueden olvidar. Dicen que allí en aquel planeta sin nombre
todo vuelve empezar, eso es lo que deseo;
cuando ingrese en la nave planetaria y fuera de la atmósfera,
empezaré a olvidar tu nombre, tu imagen, olvidarme de ti,
para siempre (pero mientras pise esta tierra…).