La ciudad sin ti, no es nada, muerta está,
más gris, más fría y más contaminada;
la ciudad sin ti, agoniza con cada segundo muerto.
Sus montañas grises en la lejanía desaparecen,
se desvanecen del paisaje llorando tu ausencia.
El barrio repleto de locales comerciales
y vendedores ambulantes sollozando abandono,
yo, camino por sus calles con la mirada perdida
en los aviones que se marchan a otros destinos,
cómo tú, que te marchas a cada instante
dejando siempre un vacío, imposible de llenar.
La ciudad sin ti, nada es; yo sin ti, muerto estoy.