Hoy me despido de mi loca locura,
abandono la idea de querer ilusiones,
con los pies en el piso, me dejo llevar,
de nuevo a la cruda realidad,
caminos reales y no imaginarios,
empedrados y hechos barro;
caminos difíciles, pero verdaderos,
por ellos andaré los próximos años;
caminante solitario, buen amigo.
Tú seguirás tu destino, yo el mío.
Tus caminos te pertenecen, no son míos.
Hoy me despido de mi loca locura
recobrando la cordura.