Mes: noviembre 2020
Dossier: Textos en verso 2ª Parte
Segunda parte del Dossier: Textos en verso, poemas léidos por el autor.
Dossier: Textos en verso 1ª Parte
Vídeo con la primera parte de poemas leídos en voz de su autor, son un conjunto de tres vídeos que recogen la poesía de Jesús Rodríguez en una colección titulada, Dossier: Textos en verso.
Arte poética
Poesía, voz de la espiritualidad. Papel blanco donde se graba la vida. Humanidad vestida de palabra, a través de ella nombramos las cosas. Otro significado damos a la libertad. La poesía nos libera de cadenas. Las palabras abren camino, muestran el sentido. En búsqueda de la frontera del silencio en los límites del yo desnudo, solitario, de la totalidad, de la vida, del amor, —aunque nunca se halle. La poesía se convierte en bálsamo, catarsis que inunda al corazón en plenitud. Poesía, no da respuesta a la incertidumbre en que se ha convertido la vida, transforma el misterio en preguntas. Renombrar el mundo con significados, imaginación, ritmo, música y canciones. Liberar del espejismo, la casa agitada en que hemos convertido la palabra. Renacer de versos de trascendencia universal. Alma del poeta que nocturno escribe, sonreirá.

El silencio de la cueva
El silencio de la cueva
“En las paredes de esta cueva pinto el venado…” José Emilio Pacheco, Prehistoria
En ella —me encuentro, refugio de mi cuerpo. En ella me pierdo, un mundo de fantasmas. Cubierto por un manto de estrellas sin luz, escribo en un cuaderno un canto —puede ser. Refugio de mis penas, oculto al mundo, es el único lugar: ahí, es libre mi mente. En ella —me reconcilio con las sombras del pasado.

Invocaciones
Invocación para no sentir dolor Causado por la soledad Eres mágica y eterna ven —a mí esta noche, —te prefiero a ti, —solo tú puedes sanar el dolor de la soledad, ven —a mí esta noche, —te prefiero a ti luna mágica y eterna. Invocación para acabar Con la pobreza Amado poder oculto a los ojos. Tu fuerza es única solo tu puedes contra los monstruos, contra la tiranía, contra la corrupción que le quita el bocado de comida a los pobres, que le quita el techo a los más necesitados. Amado poder solo tu puedes contra los tiranos vestidos de gobernantes. ––Aunque–– nos quede luchar como única esperanza. Te esperamos en exilio ––mientras las sombras nos habiten.

Viejo lápiz amarillo
Viejo lápiz amarillo No recuerdo el día el que llegaste a mis manos —de eso—, hace algún tiempo. Tu mina de grafito ha dibujado cientos de letras, muchas de ellas, se han borrado. No sé en qué momento te fuiste haciendo chico. Mis dientes como tatuajes han marcado tu piel amarilla, sin piedad te mordí, desfiguré tu cuerpo de madera —en esos momentos olvidados de ansiedad—. Acabé sin piedad tu hermoso sombrero rojo y tu cuello de metal desfigurado está. Bailaste entre mis dedos, viajaste colgado de mi oreja. En algún momento te amé con intensidad. Te digo adiós— te arrojo al bote de basura sin ninguna consideración. Sobre la mesa —espera… un nuevo lápiz amarillo.

El escorpión del loco
El escorpión del loco ODA A RENÉ HIGUITA Arquero de la selección de balompié de Colombia, sus jugadas de locura nos hicieron felices y desgraciados. Higuita ––fuera del arco–– sigiloso, vigilante, loco. Miró venir la pelota. Minuto veintiuno de la primera parte. Partido de fútbol amistoso entre Inglaterra y Colombia. Una pelota que parecía inofensiva, él, se ubicó en posición de guardia. Seis de septiembre del noventa y cinco. Retrocedió unos pasos y sin perder la pelota de vista, su cuerpo empezó a estirarse, en el aire se arqueó desafiante, como imitando al salvaje alacrán que levanta su temible cola para defenderse del ataque mortal. Dejó pasar el balón por encima de su cuerpo para recibirlo con su poderoso aguijón: Los taches de la suela de sus sagrados guayos. Así despejó la pelota ante el estupor de los jugadores y la algarabía furiosa del público. Se levantó impávido percatándose de su locura: Acababa de hacer “El Escorpión”. Una de las jugadas de fútbol más hermosas de la historia. Jugada que jamás se olvidará, como al espectacular “loco Higuita”.
Nota: Oda basada en un artículo del Periódico El Tiempo Digital Por Pablo Romero, 05 de septiembre 2015

Tres árboles recordados
1. Un árbol especial Ahora recuerdo un árbol [y llevó una semana pensando en ello]. De niño tal vez el árbol de cerezo en la casa de mis primos, un árbol torcido que parecía un camino al cielo. Nos subíamos traviesos a mirar la ciudad desde lo alto, si, la casa de mis primos quedaba en las montañas arriba de Bogotá y abajo de Monserrate. 2. Otro árbol recordado Un gigantesco eucalipto derribado por un rayo. El tronco seco y que no se quemo por la acción de la furia, permaneció tirado durante años en el patio de la casa. En las tardes me sentaba a mirar el ocaso de montañas azules y trataba de adivinar dónde quedaba Bogotá oculta por las nubes, el árbol seco era mi amigo en aquella soledad de las tardes. 3. Árboles fantasmas Un cielo azul transparente como telón de fondo, sin sol sin luna. Un camino dorado de hojas caídas en la noche —brillaba al amanecer, hileras de árboles a cada costado como fantasmas milenarios vigilan con recelo el antiguo camino romano. Mis ojos que no ven se asombran de ver por primera vez —sí de ver por primera vez —la magia del otoño y los árboles fantasmas.

Nocturno profundo nocturno
“Una noche de luna mi alma te ofrece.” Federico García Lorca, Balada de un día de julio
El sol se viste de luna, con ella, la noche eterna —llega. Azul profundo viste tu cuerpo. Tu cuerpo desnudo se cubre de noche, vestida de estrellas desapareces como sombra. Oscuridad sublime rayo de luna. Un fantasma eres tú. Te veo en la oscuridad, no te puedo tocar. Mis manos corren tras de ti. Tras de ti —mi corazón que sangra como una fuente. En esta noche de luna a la nostalgia canto un poema. Tu cabello como un río se me escapa entre los dedos; tu cabello como la noche un batallón salvaje de recuerdos. Azul profundo viste tu cuerpo. En tu mirada tímida se refleja toda la noche. Sentimientos ocultos en anonimato, tu pequeña sonrisa muere en la luna. Oscuridad sublime rayo de luna. Amor prohibido —eres un sueño en la tristeza de la noche. Tu imagen desnuda danza en mi mente. Me cubro con la piel del olvido. Cuando la luna se viste de sol desapareces al amanecer.
