Dossier: Textos en verso
Dossier: Textos en verso 2ª Parte
Segunda parte del Dossier: Textos en verso, poemas léidos por el autor.
Dossier: Textos en verso 1ª Parte
Vídeo con la primera parte de poemas leídos en voz de su autor, son un conjunto de tres vídeos que recogen la poesía de Jesús Rodríguez en una colección titulada, Dossier: Textos en verso.
Invocaciones
Invocación para no sentir dolor Causado por la soledad Eres mágica y eterna ven —a mí esta noche, —te prefiero a ti, —solo tú puedes sanar el dolor de la soledad, ven —a mí esta noche, —te prefiero a ti luna mágica y eterna. Invocación para acabar Con la pobreza Amado poder oculto a los ojos. Tu fuerza es única solo tu puedes contra los monstruos, contra la tiranía, contra la corrupción que le quita el bocado de comida a los pobres, que le quita el techo a los más necesitados. Amado poder solo tu puedes contra los tiranos vestidos de gobernantes. ––Aunque–– nos quede luchar como única esperanza. Te esperamos en exilio ––mientras las sombras nos habiten.

Tres árboles recordados
1. Un árbol especial Ahora recuerdo un árbol [y llevó una semana pensando en ello]. De niño tal vez el árbol de cerezo en la casa de mis primos, un árbol torcido que parecía un camino al cielo. Nos subíamos traviesos a mirar la ciudad desde lo alto, si, la casa de mis primos quedaba en las montañas arriba de Bogotá y abajo de Monserrate. 2. Otro árbol recordado Un gigantesco eucalipto derribado por un rayo. El tronco seco y que no se quemo por la acción de la furia, permaneció tirado durante años en el patio de la casa. En las tardes me sentaba a mirar el ocaso de montañas azules y trataba de adivinar dónde quedaba Bogotá oculta por las nubes, el árbol seco era mi amigo en aquella soledad de las tardes. 3. Árboles fantasmas Un cielo azul transparente como telón de fondo, sin sol sin luna. Un camino dorado de hojas caídas en la noche —brillaba al amanecer, hileras de árboles a cada costado como fantasmas milenarios vigilan con recelo el antiguo camino romano. Mis ojos que no ven se asombran de ver por primera vez —sí de ver por primera vez —la magia del otoño y los árboles fantasmas.

Manifiesto en tiempos de desolación
I. Declaro la palabra como conquistadora del silencio. La palabra nos hará libres de las cadenas impuestas por los imperios. La palabra nos dará la libertad que el mismo hombre nos niega. Por encima de gobiernos que se eternizan en el poder, la poesía será el escudo de los hombres nobles. Los poetas tienen la responsabilidad de ser la voz de los oprimidos y de los que callan a fúsil. Declaro la palabra como conquistadora de nuevos espacios para la libre expresión. A través de la palabra surcaremos nuevos caminos que nos lleven a la libertad. La poesía al servicio de la naturaleza y de los hombres. II. Con imaginación renombraremos el mundo, surgirán nuevos significados, la palabra “dictador” o “amañado en el poder” se resignificará por la palabra “servidor”. La palabra fundará con libertad un nuevo mundo de espontáneos significados cimentados desde el amor. Los versos renacerán desde las cenizas y trascenderán a lo universal. Los hombres de todas las condiciones de raza, de creencia, de origen se harán libres a través de la palabra sin importar la lengua o nación. La poesía tiene que convertirse en un bálsamo que inunde los corazones de las naciones con plenitud. La poesía tiene el compromiso de “recuperar el sentido mágico de la palabra”[1] y fundar nuevos sentidos para el mundo. Declaro la palabra como conquistadora del silencio y refugio de los afligidos. [1] “La poesía recupera el sentido mágico de la palabra” Héctor Abad Faciolince, en conversación vía Internet, 07/07/20

En mis zapatos gozo
(hoy me quito los zapatos para sentarme a tu lado) Son los zapatos un gozo mis pies bailan de alegría de mis pies nacen alas El gozo está en mis zapatos caminando por el mundo cuando corro por el agua (hoy me sudaron los pies caminando con tu sombra) Gozo con mis zapatos descubriendo nuevos rumbos dejando huellas en la luna No hay gozo sin mis zapatos ni paseos por tu casa Son abrigo los zapatos de mis peregrinos pies mi corazón de gozo palpita con el próximo paso que dé (mis pies cansados lloraron pues, nunca te alcanzaron).

Un instante eterno

Inalcanzable

Duele
